Descripción
Es tiempo de enseñar a la gente a cómo pensar y no que pensar. La lógica no se encarga de asegurar la verdad ni de la falsedad de los enunciados científicos sino de establecer el pensamiento correcto, por lo que su objeto de estudio son los procesos del pensamiento humano. Pero el razonamiento jurídico no debe apoyarse únicamente en la lógica, pues ello puede producir consecuencias. Para esta argumentación y parafraseando al autor Recasens Siches Luis quien reproduce una anécdota que trata de lo siguiente: Un reglamento que prohíba entrar con perros a un establecimiento comercial, el cual es publicado en un letrero que dice: “Se prohíbe el paso o entrada con perros”. En una ocasión una persona pretendió entrar con un gato, porque consideró que no estaba literalmente prohibido. De esto podemos extraer, que cuando estamos en frente de una situación es necesario realizar una tarea interpretativa sobre las normas y los hechos, que nos determinen el alcance y efectos de los mismos, a esto se le llama la lógica de lo razonable, que autoriza a extender el razonamiento hasta lo que puede alcanzar su connotación.
Autores: Inmaculda Coromoto Fonseca Granadillo, Carlos Francisco Piva Moreno
Editorial Hammurabi
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