Descripción
La obra trata en su conjunto del régimen de la sucesión en los tiempos que van desde el fin de la era de Diocleciano – hacia el año 300 – hasta la publicación del Breviario de Alarico, el año 506. El estudio se centra en la parte occidental del Imperio Romano, que es la región donde se hace sentir más paladinamente ese momento cultural que caracterizamos con el nombre de vulgarismo.
Por cuanto la materia es la sucesión, su tratamiento se divide conforme a sus tres posibilidades: sucesión intestada, sucesión forzosa y formas varias de disposición mortis causa. En materia de sucesión intestada, se analizan sobre todo las consecuencias de las nuevas condiciones familiares y realce que adquiere la figura de la madre. La sucesión forzosa traslada el centro de atención a la progresiva consolidación de una “quarta legitima” y al complicado
sistema de imputaciones y colaciones. En fin, la decadencia del testamento – señera creación de la jurisprudencia clásica – que lleva a la aparición de formas varias de pactos sucesorios, configura la parte final del presente estudio. La obra se cierra con un análisis de los requisitos formales de estas disposiciones y en las vicisitudes relativas a los modos de adquirir la herencia.
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