Descripción
Familias, Infancia y Constitución es una publicación conjunta del Centro Iberoamericano de Derechos del Niño (CIDENI), Familias Ahora y el Instituto O´Neill de la Universidad de Georgetown que tiene por objeto plantear distintas reflexiones académicas en torno al proceso constituyente chileno y los derechos de niños, niñas y adolescentes en virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Una constitución, en su calidad de norma suprema del ordenamiento jurídico, organiza al poder, reconoce derechos y regula las bases principales de la vida en sociedad, entre otros fines. Todos estos aspectos resultan fundamentales para el debido resguardo de los derechos de niños, niñas y adolescentes, por lo que la presente publicación constituye un aporte multidisciplinario en torno a instituciones y figuras jurídicas de la mayor relevancia en materia de niñez y adolescencia, como es la regulación sobre la familia, la importancia del resguardo de sus derechos, cuáles son las obligaciones del Estado en este campo o la incorporación en la nueva Constitución de los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño, como el interés superior, el derecho a ser oídos y oídas, la igualdad y no discriminación, y el derecho a la vida, supervivencia y desarrollo.
ÍNDICE
PARTE GENERAL
Fundamentos para el reconocimiento constitucional de niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho
Miguel Cillero Bruñol
Convención sobre los Derechos del Niño, políticas de infancia y nueva Constitución
Pablo González
La interdependencia del derecho al cuidado. Un debate normativo y político
Laura Pautassi
Política integral de cuidado con enfoque de género: Consideraciones para una nueva Constitución
Claudine Litvak Cooper y Carola Salas Miño
INFANCIA
Niñas, niños y adolescentes privados de cuidado parental: reconocimiento constitucional del derecho a la vida familiar en América Latina
Fabiola Lathrop Gómez
Reconocimiento constitucional de niños, niñas y adolescentes en contextos de movilidad
Anuar Quesille Vera
Los derechos de la infancia y la adolescencia en los textos constitucionales europeos
Isaac Ravetllat Ballesté
El derecho a participar de niños, niñas y adolescentes y la nueva Constitución
Ester Valenzuela y Paula Correa
El derecho a la asistencia jurídica de niños y niñas
Francisco Estrada Vásquez
Límites constitucionales a la imposición de sanciones penales a adolescentes
Jaime Couso Salas
Aspectos orgánicos para la garantía de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en la nueva Constitución
Carolina Díaz y Jaime Gajardo
Plurinacionalidad y Políticas de Infancia Indígena
Salvador Millaleo
FAMILIAS
La Familia en la Constitución
Isabel C. Jaramillo
Las relaciones familiares en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos
Mariano Fernández Valle
Implicancias de las transformaciones en las prácticas familiares y avances hacia la desfamiliarización
Carolina Muñoz-Guzmán
Constitución y Familia
Lidia Casas Becerra y Cecilia Valenzuela Oyaneder
NOTA EDITORIAL: EL INICIO DE UNA NUEVA ERA PARA LOS DERECHOS DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
El proceso constituyente que estamos viviendo en Chile es, por varias razones, histórico. Por primera vez estamos redactando una carta fundamental a través de un órgano elegido mediante elección popular, lo que viene a quebrar una cerrada rutina en nuestra historia constitucional de textos fundamentales redactados por comisiones de expertos. Adicionalmente, su composición paritaria y la inclusión de escaños reservados para los pueblos originarios refuerza el carácter inédito y trascendental de esta instancia. Este proceso constituyente es, en la práctica, una respuesta institucional, política y pacífica a un estallido social que en octubre de 2019 se presentó como una expresión colectiva de malestar de una ciudadanía que exigió no solo mejores condiciones de vida digna, sino que otra forma de hacer política. Una más inclusiva, participativa y que nos devolviera el relato de comunidad.
Parte de ese malestar expresado pasó por la marginación, exclusión y discriminación que viven niños, niñas y adolescentes en nuestro país. Si bien la ratificación del Estado de Chile de la Convención sobre los Derechos del Niño, previa aprobación unánime del Congreso Nacional en 1990, constituyó un paso relevante para la visibilización de los derechos de este grupo de la sociedad y que esto ha sido acompañado de avances legislativos importantes desde dicha ratificación, no han sido aislados los hechos que evidencian los profundos desafíos para eliminar los obstáculos que hoy impiden un pleno y legítimo ejercicio de sus derechos. En otras palabras, aún se requieren cambios profundos para una plena transición para que niños, niñas y adolescentes sean sujetos de derechos conforme a la CDN y abandonar el adultocentrismo que ha existido en nuestra sociedad y en el Estado en los procesos de toma de decisiones que impactan sus derechos.
En este contexto, la redacción de una nueva Constitución es clave a fin de generar los canales políticos idóneos para el pleno resguardo y garantía de los derechos de niños, niñas y adolescentes. La marginación de este grupo responde, en parte, a su ausencia de poder en la sociedad, dejándolos en una situación mermada para el ejercicio de sus derechos, ya que han sido solamente objetos de notificación en los procesos de toma de decisiones. Lo anterior los deja aislados y, por sobre todo, vulnerados en sus derechos humanos, como son el resguardo de su interés superior y ser oídos y oídas, solo por mencionar algunos.
En tal sentido, el reconocimiento de niños, niñas y adolescentes en la nueva Constitución es mucho más que la presencia de un artículo específico que los identifique como titulares de derechos, sino que es el punto de inicio para una nueva era de una institucionalidad política que mantiene una deuda con los derechos de este grupo y que hoy tiene el desafío de integrarlos plenamente en los procesos de toma de decisiones en consideración de su edad, madurez y desarrollo. Es, en definitiva, reconocerles poder e injerencia en los asuntos que les son de su interés. Una titularidad que, pese a ser reconocida, se le sustrae toda capacidad de poder, es meramente una formalidad que no tendrá consecuencias en el ejercicio de sus derechos.
La Constitución no es cualquier norma jurídica, es la norma suprema que inspira a todo el ordenamiento jurídico. Un adecuado reconocimiento de los derechos de niños, niñas y adolescentes en la nueva Carta Fundamental conllevaría que todo el orden normativo quedaría sujeto a un mandato constitucional claro y expreso, e inspirado en la CDN, para respetar, resguardar y garantizar los derechos de las personas menores de 18 años. Significaría integrar la perspectiva de la niñez y la adolescencia en el quehacer general del Estado, debiendo atender los impactos diferenciados de sus decisiones en los derechos de niños y niñas, resguardar su interés superior, asegurar que sean oídos y oídas, garantizar condiciones de vida digna para su supervivencia y desarrollo y eliminar el trato discriminatorio que impide un ejercicio de sus derechos en condiciones de igualdad.
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